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Conferencia de Bandung


Durante la Guerra Fría, las naciones del mundo se vieron obligadas a alinearse entre capitalismo o comunismo. La neutralidad no era una opción en un mundo ideológicamente polarizado. Sin embargo, diversos Estados intentaron mantenerse al margen de las luchas de interés entre las superpotencias y proponer opciones concretas para buscar el bienestar de sus propios pueblos como la paz mundial.
A medida que los países de Asia y África obtenían su independencia política de las potencias europeas, fueron realizando un intento conjunto por tomar decisiones comunes que no necesariamente seguían la lógica bipolar de la Guerra Fría.

En la Conferencia estuvieron representadas todas las creencias, etnias y religiones; reunían unos 1.400 millones de personas o sea el 60% de la humanidad,  aunque sólo disfrutaban de el 15% de la riqueza mundial. La pobreza era el aglutinante, la necesidad de lograr la modernización hizo que los asistentes dejaran de lado los conflictos bilaterales.
Los objetivos eran favorecer la cooperación económica y cultural afroasiática opuesta al colonialismo y a el neocolonialismo que imponían las antiguas metrópolis y de los Estados Unidos y también opuesto a la inclusión dentro del área de influencia exclusiva de la Unión Soviética.
Pero estaba en todos clara necesidad de buscar la modernización económica que les permitiera llegar al desarrollo y mejorar la terrible situación de pobreza de sus habitantes. También reclamaban la creación de bancos nacionales, la mejora en los precios internacionales de las materias primas, el fin del monopolio de fletes por parte de las compañías extranjeras y sobre todo la cooperación entre las naciones africanas, establecer una alianza de Estados Independientes e instaurar el neutralismo y el no alineamiento con la política internacional de las grandes potencias.




Uno de los mayores y más relevantes esfuerzos por dar una respuesta a sus demandas lo constituyó la Conferencia de Bandung, realizada en Indonesia entre el 18 y el 24 de abril de 1955.
Su organizador fue Sukarno presidente de Indonesia, el país anfitrión.
Achmed Sukarno
Esta reunión congregó a 29 líderes de diversos países, 23 países asiáticos, de los que 14 procedían del Asia oriental, y 6 africanos, de los que 4 pertenecían al África negra.
Los países participantes de esta Conferencia Afroasiática fueron:  Birmania, Ceilán, India, Indonesia, Pakistán,  Afganistán, Camboya, República Popular China, Egipto, Etiopía, Costa de Oro, Irán, Irak, Japón, Jordania, Laos, Líbano, Liberia, Libia, Nepal, Filipinas, Arabia Saudita, Sudán, Siria, Tailandia, Turquía, República Democrática de Vietnam Septentrional, Estado de Vietnam Meridional y Yemen.
Ni la China nacionalista (Taiwan) ni Israel fueron invitadas, para evitar el boicot de la China Popular y de los países árabes respectivamente, ni tampoco Sudráfica, condenada por su política de apartheid.

LOS DIEZ PRINCIPIOS DE BANDUNG
Al final de la Conferencia, los delegados aprobaron una declaración de diez puntos conocida como Los Diez Principios de Bandung.
1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre y para los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
2. Respeto para la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones.
3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas.
4. Abstención de intervenciones o interferencia en los asuntos internos de otros países.
5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por sí sola o en colaboración con otros Estados, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
6. a) Abstención de participar en acuerdos de defensa colectiva con vistas a favorecer los intereses particulares de una de las grandes potencias.
    b) Abstención por parte de todo país a ejercitar presión sobre otros países.
7. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza en los cotejos de la integridad territorial o de independencia política de cualquier país.
8. Composición de todas las vertientes internacionales con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones, arbitraje o composición judicial, así como también con otros medios pacíficos, según la libre selección de las partes en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
9. Promoción del interés y de la cooperación recíproca.
10. Respeto por la justicia y las obligaciones internacionales.

Los ecos de Bandung llevaron a la creación del concepto “Tercer Mundo”
Sin embargo, pese a estas demandas comunes, fue desde un principio muy evidente la existencia de tres grandes corrientes enfrentadas:
Los No Alineados, con Nehru y Nasser a la cabeza, condenaban la política de bloques militares enfrentados.
Los Pro-Occidentales (Turquía, Irak, Pakistán, Ceilán) defendían la posibilidad de que cada país se integrara en alianzas militares regionales como la SEATO o el Pacto de Bagdad. Estos países intentaron que la Conferencia aprobara una resolución condenando todos los imperialismos, incluido el soviético, pero fracasaron en su empeño. El prestigio de la URSS y el reciente pasado colonial eran aún muy fuertes.
Sukarno y Zhou Enlai
Los dos Países Comunistas (China y Vietnam del Norte). Zhou Enlai, el representante chino, fue enormemente hábil en frenar las iniciativas de los países pro-occidentales y obtener un gran prestigio para la China de Mao.

En definitiva, la Conferencia de Bandung supuso un momento clave en el proceso de descolonización y en el intento de emancipación del Tercer Mundo.
En el terreno de las relaciones internacionales fue el origen del movimiento de los países no alineados.

Fuentes: Libro Historia IV El mundo actual. Editorial Santillana
             AA.VV
             http://es.wikipedia.org/
             Imágenes de Google

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