Después de la Primera Guerra Mundial, Europa verá surgir lo que se ha dado en llamar como Fascismo, este es el nombre por el que se conoce al régimen totalitario italiano pero también se puede englobar al nazismo alemán.
ANTECEDENTES
La crisis que sobrevino tras el fin de la I Guerra Mundial empujó a muchos ciudadanos, ex soldados desencantados y clases medias arruinadas por la inflación, hacia una ideología antidemocráticas. El sentimiento de humillación de los tratados de París provocó una radicalización del nacionalismo revanchista en diversos países.
La crisis económica desencadenada por la crisis de 1929 reprodujo las consecuencias de la posguerra (desempleo, inflación, hambre) y arrastró tanto a las personas afectadas por el desempleo como a las clases altas que veían en las doctrinas fascistas como garantía del orden y de sus privilegios.
El nacionalismo exacerbado surge en el siglo XIX, y sus variantes más radicales, expansionistas y patrióticas, ligadas muchas veces a la unidad de raza, etnia, etc., también aparecen antes del siglo XX. El antisemitismo es una corriente histórica en Europa desde la Edad media y algunos nacionalismos fundamentados en la unidad de raza contribuyeron a reavivarlo a finales del XIX.
La crisis política de los sistemas democráticos se recrudece a partir de la I Guerra mundial, así como la crisis de valores de la sociedad burguesa.
CARACTERÍSTICAS
Estos regímenes se caracterizan por:
-Estado todopoderoso, al que se subordinan las voluntades individuales. No hay división de poderes y el estado impide toda oposición.
-Existencia de un jefe todopoderoso, guía supremo de la nación para sus seguidores.
-Partido único estrictamente jerarquizado con organización militar, donde la obediencia el jefe es la regla imperante.
-Protagonismo de las élites, como minoría dirigente, siendo esta desigualdad social otro principio fascita.
-Policía incondicional apoyada por formaciones paramilitares destinada a combatir a los enemigos del régimen.
-Propaganda oficial intensa, nacionalismo agresivo y anticomunismo violento, fundamental para lograr apoyos sociales, mediante la demostración de fuerza y dominio de la calle, el ofrecimiento la protección del líder al que se obedece y se sigue hasta el final (miedo a la libertad). Esta propaganda, además, sabe crear enemigos ficticios a los que culpabilizar de todas los fracasos.
-Control riguroso de la vida económica por el estado para lograr la autarquía.
-Desarrollo del poderío militar a través del rearme.
-Desprecio de las libertades individuales y los derechos del hombre y del ciudadano.
-Expansionismo territorial para superar la frustración de las pérdidas de la guerra a costa de la expansión
colonial, para crear un imperio que cubra las necesidades vitales (ejemplo Espacio Vital alemán)
-Corporativismo, era obligatoria la afiliación de patrones y empleados a éstas (sindicatos únicos) y como las corporaciones estaban reguladas por ley como organismos de Estado. El Estado era árbitro en los conflictos y quedaban prohibidas las huelgas y los lock out patronales.
-Control de la educación para consolidar su dominio, para aniquilar todo espíritu crítico y crear una conciencia colectiva. Por lo tanto se controló a las instituciones y profesores, debiendo prestar un juramento al régimen.
El termino fascismo se utiliza para definir movimientos político-ideológicos autoritarios, antimarxista y antidemocráticos, que pretenden crear un Estado autoritario dominado por un partido único.
La ideología fascista fue haciéndose en la medida que los acontecimientos los exigían pero tenía unas ideas básicas muy atrayentes para diversos sectores sociales: La idea de un pueblo elegido para una misión superior, que enlaza con la superioridad de raza; la obediencia al líder resumida en el lema de Mussolini "credere, obedire, combatere" (creer, obedecer, combatir); la estructuración de un estado poderoso en torno a supuestas entidades naturales como eran la familia, municipio y gremio; el gobierno de los más fuertes o las élites, que rechaza el sistema democrático basado en la separación de poderes, la pluralidad ideológica, o el principio de la igualdad de todos los hombres.
Durante esa misma década del 30 se produce un acercamiento del Duce con la Alemania nazi.
En conclusión, el fascismo es una ideología agresiva que condujo a Italia a tener un papel protagónico durante la Segunda Guerra Mundial.
DECÁLOGO DE LOS JÓVENES FASCISTAS- 1928
1- Debes saber que el fascista, especialmente el miliciano, no debe creer en la paz perpetua.
2- Los días de prisión son siempre merecidos.
3- A la Patria se la sirve incluso actuando como centinela de un bidón de gasolina.
4- Un compañero debe ser un hermano. Primero porque vive contigo, segundo, porque piensa como tú.
5- Un mosquetón, las cartucheras, etc., se te han dado, no para deteriorarlas durante el ocio, sino, para conservarlas para la guerra.
6- No dirás nunca "mientras pague el gobierno", porque tú mismo el que para y el gobierno es el que tú has querido y cuya divisa llevas.
7- La disciplina es el sol de los ejércitos: son ella no hay soldado, sino confusión y derrota.
8- Mussolini, siempre tiene razón.
9- El voluntario no tiene atenuante cuando desobedece.
10- Una cosa debes apreciar por sobre todas las cosas: la vida del Duce.
Fuenteas: Libro de Historia de 3er Año, Editorial Santillana.
AA.VV
Imágenes de Google
La crisis que sobrevino tras el fin de la I Guerra Mundial empujó a muchos ciudadanos, ex soldados desencantados y clases medias arruinadas por la inflación, hacia una ideología antidemocráticas. El sentimiento de humillación de los tratados de París provocó una radicalización del nacionalismo revanchista en diversos países.
La crisis económica desencadenada por la crisis de 1929 reprodujo las consecuencias de la posguerra (desempleo, inflación, hambre) y arrastró tanto a las personas afectadas por el desempleo como a las clases altas que veían en las doctrinas fascistas como garantía del orden y de sus privilegios.
El nacionalismo exacerbado surge en el siglo XIX, y sus variantes más radicales, expansionistas y patrióticas, ligadas muchas veces a la unidad de raza, etnia, etc., también aparecen antes del siglo XX. El antisemitismo es una corriente histórica en Europa desde la Edad media y algunos nacionalismos fundamentados en la unidad de raza contribuyeron a reavivarlo a finales del XIX.
La crisis política de los sistemas democráticos se recrudece a partir de la I Guerra mundial, así como la crisis de valores de la sociedad burguesa.
CARACTERÍSTICAS
Estos regímenes se caracterizan por:
-Estado todopoderoso, al que se subordinan las voluntades individuales. No hay división de poderes y el estado impide toda oposición.
-Existencia de un jefe todopoderoso, guía supremo de la nación para sus seguidores.
-Partido único estrictamente jerarquizado con organización militar, donde la obediencia el jefe es la regla imperante.
-Protagonismo de las élites, como minoría dirigente, siendo esta desigualdad social otro principio fascita.
-Policía incondicional apoyada por formaciones paramilitares destinada a combatir a los enemigos del régimen.
-Propaganda oficial intensa, nacionalismo agresivo y anticomunismo violento, fundamental para lograr apoyos sociales, mediante la demostración de fuerza y dominio de la calle, el ofrecimiento la protección del líder al que se obedece y se sigue hasta el final (miedo a la libertad). Esta propaganda, además, sabe crear enemigos ficticios a los que culpabilizar de todas los fracasos.
-Control riguroso de la vida económica por el estado para lograr la autarquía.
-Desarrollo del poderío militar a través del rearme.
-Desprecio de las libertades individuales y los derechos del hombre y del ciudadano.
-Expansionismo territorial para superar la frustración de las pérdidas de la guerra a costa de la expansión
colonial, para crear un imperio que cubra las necesidades vitales (ejemplo Espacio Vital alemán)
-Corporativismo, era obligatoria la afiliación de patrones y empleados a éstas (sindicatos únicos) y como las corporaciones estaban reguladas por ley como organismos de Estado. El Estado era árbitro en los conflictos y quedaban prohibidas las huelgas y los lock out patronales.
-Control de la educación para consolidar su dominio, para aniquilar todo espíritu crítico y crear una conciencia colectiva. Por lo tanto se controló a las instituciones y profesores, debiendo prestar un juramento al régimen.
EL FASCISMO ITALIANO
La palabra fascismo proviene de los fasces o haz de varas del mismo tamaño, atadas alrededor de un hacha, que simbolizaban la autoridad de los magistrados romanos.El termino fascismo se utiliza para definir movimientos político-ideológicos autoritarios, antimarxista y antidemocráticos, que pretenden crear un Estado autoritario dominado por un partido único.
La ideología fascista fue haciéndose en la medida que los acontecimientos los exigían pero tenía unas ideas básicas muy atrayentes para diversos sectores sociales: La idea de un pueblo elegido para una misión superior, que enlaza con la superioridad de raza; la obediencia al líder resumida en el lema de Mussolini "credere, obedire, combatere" (creer, obedecer, combatir); la estructuración de un estado poderoso en torno a supuestas entidades naturales como eran la familia, municipio y gremio; el gobierno de los más fuertes o las élites, que rechaza el sistema democrático basado en la separación de poderes, la pluralidad ideológica, o el principio de la igualdad de todos los hombres.
MUSSOLINI
Mussolini, nació en 1883 en Dovia di Predappio (Forlì), y fue militante del Partido Socialista Italiano (PSI) desde 1900. En 1902 huyó a Suiza para eludir el servicio militar. Regresó en 1904 y trabajó como maestro de escuela hasta 1909, cuando se traslada a Trento para dirigir el semanario “L’avvenire del Lavoratore”, antes de trasladarse a Forlí para dirigir la federación socialista provincial y el semanario “La Lotta di Classe”. Su ideología estaba muy influida por Marx y Nietzsche, entre otros. Fue encarcelado en 1911 por participar en las protestas contra la guerra italo-turca por la posesión de Libia. En 1912 fue nombrado director del periódico oficial del PSI, “Avanti”.
Mussolini, nació en 1883 en Dovia di Predappio (Forlì), y fue militante del Partido Socialista Italiano (PSI) desde 1900. En 1902 huyó a Suiza para eludir el servicio militar. Regresó en 1904 y trabajó como maestro de escuela hasta 1909, cuando se traslada a Trento para dirigir el semanario “L’avvenire del Lavoratore”, antes de trasladarse a Forlí para dirigir la federación socialista provincial y el semanario “La Lotta di Classe”. Su ideología estaba muy influida por Marx y Nietzsche, entre otros. Fue encarcelado en 1911 por participar en las protestas contra la guerra italo-turca por la posesión de Libia. En 1912 fue nombrado director del periódico oficial del PSI, “Avanti”.
Cuando estalla la I Guerra Mundial el PSI y Mussolini están en contra de participar en la guerra pero luego cambió de opinión y fue expulsado del partido. En octubre de 1914 fundó “Il Popolo d’Italia”, con el apoyo económico de algunos Industriales y sectores internacionales que deseaban la entrada de Italia en la guerra (socialistas franceses y belgas, embajada francesa). Cuando Italia decidió entrar en la guerra a favor de la Entente, Mussolini se alistó como voluntario en mayo de 1915 y combatió hasta resultar gravemente herido en febrero de 1917.
Al terminar la guerra funda el primer Fascio di Combate en Milán, y el 21 de marzo de 1919 los Fasci Italiani di Combattimento, con militantes de diversas tendencias ideológicas, pero todos tenían un nacionalismo fanático y rechazaban al marxismo y al liberalismo, adoptando pronto formas paramilitares con los Camisas negras (en italiano, camicie nere), pertenecientes a las llamadas Squadre d'Azione. Estos militantes intervinieron violentamente contra los huelguistas y ocupantes de fábricas en el norte de Italia en 1919 y 1920, y en octubre de este año obtienen el apoyo financiero de la Confindustria (la patronal industrial). En 1921 funda el Partido Nacional Fascista, pero en las elecciones de ese año sólo logró 36 escaños de los 520 del Parlamento, pero fortalece el partido incorporando a los camisas negras como una milicia nacional y, un año después, creando el Gran Consejo Fascista como principal órgano de dirección del partido.
FASCISMO AL PODER
La enorme crisis de posguerra, con las ocupaciones de fábricas y revueltas agrícolas, provocó que las clases altas, se inclinaron hacia las opciones políticas que ofreciesen autoridad y orden, por lo que los grandes empresarios, aterrados ante la posibilidad de una revolución socialista que les quitase sus propiedades y poder, abandonaron el liberalismo democrático en favor del fascismo, que les prometía acabar con las revueltas obreras y un futuro económico basado en el desarrollo industrial para hacer frente al crecimiento de las infraestructuras y del ejército. La miseria de las clases medias y bajas, los campesinos, rentistas y pequeños propietarios, por culpa del desempleo, inflación y devaluaciones monetarias, también favorecieron el ascenso del fascismo.
Frente a todo esto, el sistema parlamentario italiano no supo afrontar la crisis e impedir el ascenso del fascismo, que se hará inevitable entre 1919 y 1922, después de la creación de los Fascio di combatimento y del Partido Fascista.
Éstos utilizarán la violencia contra obreros, campesinos, sedes socialistas, ayuntamientos socialistas, entre otros, apoyados por la financiación de los empresarios para crear brigadas paramilitares al servicio de estos empresarios para abortar huelgas y extender el terror. De esta forma, con violencia, pudieron hacerse con el poder en la calle, dando la impresión de ejercer un control superior a su verdadera fuerza parlamentaria y número de militantes.
Las campañas de propaganda tendrán a convertirlos en los únicos garantes del orden, los valores patrios, y defensores de Italia.
Tanto el gobierno, ejército, terratenientes, industriales, poder judicial y policía aceptan esa violencia, como si los fascistas fuesen sus aliados y los izquierdistas sus enemigos.
Los socialistas convocaban huelgas organizadas por la Federación de Trabajadores de la Tierra, siendo la huelga general del 1 de agosto 1922, al que iniciará el ascenso al poder de los fascistas, que fueron los encargados de reprimirla y abortarla, en defensa de la propiedad y el orden.
El 28 de octubre de 1922, Mussolini realiza la Marcha de los Camisas Negras sobre Roma, en la que reclama el poder. El 29 de Octubre de 1922 el rey Victor Manuel III, impresionado por la demostración de fuerza fascista en la represión de la huelga y con la marcha sobre Roma y temeroso de un golpe de estado, nombra a Mussolini Primer Ministro, y este forma un gobierno en el que incluye a dos ministros fascistas y el resto liberales, generales de prestigio, conservadores y populares, pero excluye a políticos de izquierda.
El número de militantes del Partido Fascista crecían progresivamente, y se utilizaban los mecanismos del estado para acabar violentamente con la oposición de izquierda, además el Partido Popular abandona el gobierno.
En 1924 Mussolini logra el apoyo parlamentario para cambiar la Ley electoral para asegurarse la mayoría parlamentaria y evitar la inestabilidad gubernativa. Ese mismo año ya había adoptado el título de Duce (Jefe) y el Gran Consejo Fascista, órgano del Partido Fascista, ya se había convertido en su principal apoyo y consejero.
Así, manteniendo las formas legales y apoyándose en el parlamento, Mussolini, poco a poco, va creando la legislación necesaria para monopolizar todo el poder en su persona y en la del Partido Fascista. El asesinato del diputado socialista Matteotti fue un momento difícil, pero el Rey Víctor Manuel no retiró la confianza a Mussolini, y el 3 de enero de 1925 pronuncia un discurso en el que se suspendían periódicos, se prohibían reuniones, se iniciaban registros domiciliarios y detenciones. Los socialista abandonan el Parlamento y el 24 de diciembre y Mussolini es nombrado Jefe de Gobierno con unos poderes casi absolutos, que le convertían de facto en un dictador.
El aumento constante del poder del Duce y su totalitarismo dictatorial se resume en una célebre frase de Mussolini: "Todo en el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado".
REALIZACIONES DEL FASCISMO
El programa fascista había prometido empleo a todos los desocupados, restablecimiento económico y aumento de la producción. Para lograr estos fines el estado debió intervenir directamente en la vida económica; su objetivo era llegar a la autarquía económica, pero resultó imposible por las carencias de Italia de fuentes energéticas y de materias primas, por lo que nunca se logró un autoabastecimiento alimenticio completo.
Mediante la creación de la OVRA (Policía política) se elimina toda oposición política mediante la represión, utilizando la Ley de Defensa del Estado, los tribunales especiales para delitos políticos y la pena de muerte, como instrumentos de control y poder.
Los Pactos de Letran con la Iglesia el 11 de febrero de 1929, firmados por el cardenal Pietro Gasparri, en nombre del Papa Pío XI, y por Benito Mussolini. Esto significaba la creación del estado Vaticano como entidad completamente independiente de Italia.
El catolicismo fue reconocido como religión del Estado y la enseñanza religiosa fue obligatoria en las escuelas.
La Carta del Trabajo de 1927 establecía el estado corporativo, obligando a todos los trabajadores y empresarios a pertenecer a un único sindicato, y el resto de los italianos a formar parte de tres instituciones fascistas: Los Balillas (Niños y adolescentes), los Universitarios Fascistas, y la Opera (resto de la población). En 1931 prácticamente toda la población estaba encuadrada en las diferentes organizaciones del Partido Fascista y del Estado Corporativo.
Se abordó toda una política de fascistización de la enseñanza y la cultura, exaltando la cultura clásica greco-latina, el ultra nacionalismo, los valores tradicionales, la disciplina, y también la modernidad de los nuevos inventos y la industria como logros del régimen.
Controló las importaciones, realizó importantes obras públicas (autopistas, líneas férreas, desecación de pantanos, irrigación de tierras) para impulsar el desarrollo económico, dotar a Italia de las infraestructuras y el ejército que precisaba, y crear empleo.
En la llamada "batalla del trigo" se logró que la producción aumentase de 46 a 65 millones de toneladas en cinco años. El objetivo era frenar la exportación y lograr el autoabasteciemiento para ahorrar divisas.
A pesar de los progresos económicos, el nivel de vida permaneció débil debido al aumento de población favorecida por la política demográfica de Mussolini. Se dieron premios a las familias numerosas, impuestos a los solteros y se prohibió la emigración.
Este crecimiento demográfico sirvió de pretexto para llevar a cabo una política de expansión colonial en Etiopía y en Libia y participar activamente en la guerra civil española.
En los años 30 la tendencia de crecimiento económico se frenó considerablemente, debido a la crisis económica desencadenada en EE.UU y el número de desocupados llega a 1.290.000. El Estado responde con la creación del I.R.I. (Instituto para la Reconstrucción Industrial) que se convierte en un gran holding de empresas públicas compradas por el Estado.
FASCISMO AL PODER
La enorme crisis de posguerra, con las ocupaciones de fábricas y revueltas agrícolas, provocó que las clases altas, se inclinaron hacia las opciones políticas que ofreciesen autoridad y orden, por lo que los grandes empresarios, aterrados ante la posibilidad de una revolución socialista que les quitase sus propiedades y poder, abandonaron el liberalismo democrático en favor del fascismo, que les prometía acabar con las revueltas obreras y un futuro económico basado en el desarrollo industrial para hacer frente al crecimiento de las infraestructuras y del ejército. La miseria de las clases medias y bajas, los campesinos, rentistas y pequeños propietarios, por culpa del desempleo, inflación y devaluaciones monetarias, también favorecieron el ascenso del fascismo.
Frente a todo esto, el sistema parlamentario italiano no supo afrontar la crisis e impedir el ascenso del fascismo, que se hará inevitable entre 1919 y 1922, después de la creación de los Fascio di combatimento y del Partido Fascista.
Éstos utilizarán la violencia contra obreros, campesinos, sedes socialistas, ayuntamientos socialistas, entre otros, apoyados por la financiación de los empresarios para crear brigadas paramilitares al servicio de estos empresarios para abortar huelgas y extender el terror. De esta forma, con violencia, pudieron hacerse con el poder en la calle, dando la impresión de ejercer un control superior a su verdadera fuerza parlamentaria y número de militantes.
Las campañas de propaganda tendrán a convertirlos en los únicos garantes del orden, los valores patrios, y defensores de Italia.
Tanto el gobierno, ejército, terratenientes, industriales, poder judicial y policía aceptan esa violencia, como si los fascistas fuesen sus aliados y los izquierdistas sus enemigos.
Los socialistas convocaban huelgas organizadas por la Federación de Trabajadores de la Tierra, siendo la huelga general del 1 de agosto 1922, al que iniciará el ascenso al poder de los fascistas, que fueron los encargados de reprimirla y abortarla, en defensa de la propiedad y el orden.
El 28 de octubre de 1922, Mussolini realiza la Marcha de los Camisas Negras sobre Roma, en la que reclama el poder. El 29 de Octubre de 1922 el rey Victor Manuel III, impresionado por la demostración de fuerza fascista en la represión de la huelga y con la marcha sobre Roma y temeroso de un golpe de estado, nombra a Mussolini Primer Ministro, y este forma un gobierno en el que incluye a dos ministros fascistas y el resto liberales, generales de prestigio, conservadores y populares, pero excluye a políticos de izquierda.
Rey Víctor Manuel III |
En 1924 Mussolini logra el apoyo parlamentario para cambiar la Ley electoral para asegurarse la mayoría parlamentaria y evitar la inestabilidad gubernativa. Ese mismo año ya había adoptado el título de Duce (Jefe) y el Gran Consejo Fascista, órgano del Partido Fascista, ya se había convertido en su principal apoyo y consejero.
Así, manteniendo las formas legales y apoyándose en el parlamento, Mussolini, poco a poco, va creando la legislación necesaria para monopolizar todo el poder en su persona y en la del Partido Fascista. El asesinato del diputado socialista Matteotti fue un momento difícil, pero el Rey Víctor Manuel no retiró la confianza a Mussolini, y el 3 de enero de 1925 pronuncia un discurso en el que se suspendían periódicos, se prohibían reuniones, se iniciaban registros domiciliarios y detenciones. Los socialista abandonan el Parlamento y el 24 de diciembre y Mussolini es nombrado Jefe de Gobierno con unos poderes casi absolutos, que le convertían de facto en un dictador.
El aumento constante del poder del Duce y su totalitarismo dictatorial se resume en una célebre frase de Mussolini: "Todo en el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado".
REALIZACIONES DEL FASCISMO
El programa fascista había prometido empleo a todos los desocupados, restablecimiento económico y aumento de la producción. Para lograr estos fines el estado debió intervenir directamente en la vida económica; su objetivo era llegar a la autarquía económica, pero resultó imposible por las carencias de Italia de fuentes energéticas y de materias primas, por lo que nunca se logró un autoabastecimiento alimenticio completo.
Mediante la creación de la OVRA (Policía política) se elimina toda oposición política mediante la represión, utilizando la Ley de Defensa del Estado, los tribunales especiales para delitos políticos y la pena de muerte, como instrumentos de control y poder.
Los Pactos de Letran con la Iglesia el 11 de febrero de 1929, firmados por el cardenal Pietro Gasparri, en nombre del Papa Pío XI, y por Benito Mussolini. Esto significaba la creación del estado Vaticano como entidad completamente independiente de Italia.
El catolicismo fue reconocido como religión del Estado y la enseñanza religiosa fue obligatoria en las escuelas.
La Carta del Trabajo de 1927 establecía el estado corporativo, obligando a todos los trabajadores y empresarios a pertenecer a un único sindicato, y el resto de los italianos a formar parte de tres instituciones fascistas: Los Balillas (Niños y adolescentes), los Universitarios Fascistas, y la Opera (resto de la población). En 1931 prácticamente toda la población estaba encuadrada en las diferentes organizaciones del Partido Fascista y del Estado Corporativo.
Se abordó toda una política de fascistización de la enseñanza y la cultura, exaltando la cultura clásica greco-latina, el ultra nacionalismo, los valores tradicionales, la disciplina, y también la modernidad de los nuevos inventos y la industria como logros del régimen.
Controló las importaciones, realizó importantes obras públicas (autopistas, líneas férreas, desecación de pantanos, irrigación de tierras) para impulsar el desarrollo económico, dotar a Italia de las infraestructuras y el ejército que precisaba, y crear empleo.
En la llamada "batalla del trigo" se logró que la producción aumentase de 46 a 65 millones de toneladas en cinco años. El objetivo era frenar la exportación y lograr el autoabasteciemiento para ahorrar divisas.
Mussolini trabajando en el campo |
A pesar de los progresos económicos, el nivel de vida permaneció débil debido al aumento de población favorecida por la política demográfica de Mussolini. Se dieron premios a las familias numerosas, impuestos a los solteros y se prohibió la emigración.
Este crecimiento demográfico sirvió de pretexto para llevar a cabo una política de expansión colonial en Etiopía y en Libia y participar activamente en la guerra civil española.
En los años 30 la tendencia de crecimiento económico se frenó considerablemente, debido a la crisis económica desencadenada en EE.UU y el número de desocupados llega a 1.290.000. El Estado responde con la creación del I.R.I. (Instituto para la Reconstrucción Industrial) que se convierte en un gran holding de empresas públicas compradas por el Estado.
Durante esa misma década del 30 se produce un acercamiento del Duce con la Alemania nazi.
En conclusión, el fascismo es una ideología agresiva que condujo a Italia a tener un papel protagónico durante la Segunda Guerra Mundial.
DECÁLOGO DE LOS JÓVENES FASCISTAS- 1928
1- Debes saber que el fascista, especialmente el miliciano, no debe creer en la paz perpetua.
2- Los días de prisión son siempre merecidos.
3- A la Patria se la sirve incluso actuando como centinela de un bidón de gasolina.
4- Un compañero debe ser un hermano. Primero porque vive contigo, segundo, porque piensa como tú.
5- Un mosquetón, las cartucheras, etc., se te han dado, no para deteriorarlas durante el ocio, sino, para conservarlas para la guerra.
6- No dirás nunca "mientras pague el gobierno", porque tú mismo el que para y el gobierno es el que tú has querido y cuya divisa llevas.
7- La disciplina es el sol de los ejércitos: son ella no hay soldado, sino confusión y derrota.
8- Mussolini, siempre tiene razón.
9- El voluntario no tiene atenuante cuando desobedece.
10- Una cosa debes apreciar por sobre todas las cosas: la vida del Duce.
Fuenteas: Libro de Historia de 3er Año, Editorial Santillana.
AA.VV
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