HITLER Y EL "ARTE DEGENERADO"
Goebbels |
Siempre consciente de la estrecha relación entre arte y política, la creatividad cultural y específicamente las bellas artes, serían los objetivos principales a censurar y dirigir por la ideología nazi, y así moldear ideológicamente a los alemanes. Para ello se crea el Ministerio de Ilustración Popular y Propaganda, y al frente estará el más inteligente y capacitado de los dirigentes nazis: Joseph Goebbels.
Entre las medidas más trascendentes del nuevo ministro fue la creación, en setiembre de 1933, de la Cámara de Cultura del Reich, un organismo que integraría a las antiguas asociaciones independientes de artistas y escritores, y "velar" que no se transgredieran las directrices oficiales. Luego de pasar por el correspondiente filtro de idoneidad ideológica y racial, todos los artistas que querían trabajar con cierta tranquilidad (músicos, actores, periodistas, pintores, etc.) fueron obligados a unirse a la Cámara de Cultura. Sin estar afiliado no se podía ni trabajar ni exponer. En algunos casos, ni siquiera comprar materiales como telas o pinturas, imprescindibles para la creación, aunque fuese en la esfera privada.
Las cátedras y los museos expulsaron a todos lo que no comulgaban con la doctrina nazi, cuyo máximo dirigente se consideraba asimismo un artista (Hitler en su juventud fue rechazado dos veces a ingresar a la Academia de Bellas Artes de Viena), y sus gustos fijarían la forma y el contenido de los distintos campos del arte.
No pasaría mucho tiempo antes de que desapareciera de las colecciones públicas los cuadros y esculturas de autores clasificados como "judíos y/o degenerados": Pablo Picasso, Paul Klee, Vasili Kandinsky, Marc Chagall, Otto Dix, George Braque, Paul Gaugain, entre tantos otro, quienes fueron vilipendiados en la revista Die Kunst im Dritten Reich (El Arte en el Tercer Reich), publicación más radical que el propio ministro Goebbels, quien era gran admirador del pintor expresionista Emil Nolde (afiliado al partido nazi) quien también sufrió censura por ser considerado arte perverso.
Ante el miedo, el rechazo y la censura del nazismo, los artistas se vieron obligados a emigrar, y tendrán éxito en otros países, como Estados Unidos, donde expondrán la gran mayoría mientras esperan que Europa se recupere. Nueva York se convertirá en la capital mundial del arte, desplazando a París.
El arte tradicional y figurativo prevalecerá por encima del arte moderno. Se buscaba un estilo fuertemente realista y convencional. Se exaltaba la belleza física nórdica, una idealizada vida rural, el paisaje alemán, los personajes o acontecimientos de su historia pasada y presente, la guerra y el Fhürer se convirtieron en los motivos más demandados y representados.
El arte clásico como inspiración, hará que Hitler, obsesionado con la obra, comprara a cinco millones de liras de dinero público, una réplica del Discóbolo de Mirón del siglo V a.C. (según Michaud (2009:235) “el Discóbolo fue un regalo” de Mussolini a Hitler en 1938 durante su viaje a Italia) conocido como el Discóbolo de Lancelloti, descubierta en 1781.
Esta obra se la ofreció al pueblo alemán, depositándola en la Gliptoteca de Múnich, halagándola en un discurso en 1938, como una “bella obra inmortal”, modelo perfecto para inspirar el arte alemán.
EL ARTE ALEMÁN
El 18 de julio de 1937, Hitler inaugura la primera "Gran exposición de arte alemán", que se celebrará anualmente hasta 1944. El enorme edificio, de estilo neoclásico realizado por el arquitecto Paul Ludwing, el favorito de Hitler, tenía una placa que decía "El arte es una noble misión que implica fanatismo".
Los artistas alemanes enviaron más de 16.000 obras, de las que solo fueron elegidas 884 por un equipo presidido por el fotógrafo y amigo personal de Hitler, Heinrich Hoffmann.
La mayoría de las obras representaban paisajes, figuras campestres, composiciones históricas, bustos del Fhürer y las repetitivas esvásticas. Más de 600 mil personas visitaron la exposición.
EL ARTE DEGENERADO
El 19 de julio de 1937, al día siguiente de la exposición del verdadero arte alemán, en un edificio situado casi enfrente de la Casa del Arte alemán, Hitler inauguraba otra exposición titulada "Arte degenerado" ("Entartete Kunst"), ejemplos artísticos prohibidos por ser un arte «no alemán» o directamente «arte judío» o «arte comunista».
Las obras de 112 artistas de vanguardia fueron objeto de burla, e incluso el aparato nazi comisionó varias exposiciones para que la población pudiera ridiculizarlas. Incluso testigos de la época se acuerdan de como se escupían a las obras. En ella se colgaron los cuadros torcidos, se pintaron las paredes con insultos a las obras y a los artistas, y consiguieron que este tipo de arte pareciera extraño y ridículo, para que las obras parecieran baratijas degeneradas a los ojos del pueblo alemán.
Una de las salas mostraba las pinturas abstractas, y se denominó «la sala de la locura».
Para la muestra, los nazis confiscaron más de 600 cuadros de los museos alemanes. Con el descalificativos de "degenerado", difamaron al Cubismo, el Surrealismo, el Expresionismo, el Dadaísmo, la Nueva Objetividad, el Cubismo, el Impresionismo y el Fauvismo, todo aquello que según Hitler no podía entenderse por sí solo y que contravenía los principios del nacionalsocialismo o que había sido realizado por algún judío, por lo que debía ser retirado de la exposición pública.
Vemos alrededor de nosotros este engendro de la demencia, de la desfachatez, de la inutilidad y de la depravación", declaró entonces el pintor y presidente del departamento de las Artes del Tercer Reich, Adolf Ziegler.
Sin embargo, ocurrió algo inesperado. Pronto se formaron larguísimas colas en la entrada durante el tiempo que la exposición permaneció abierta. Se calcula que visitaron cerca de dos millones de personas, muchas más que las que vieron la "Gran exposición del arte alemán". En un principio se pensó que el éxito era debido a la gratuidad de la visita, pero luego se empezó a sospechar que, aunque algunos iban a repudiar esas obras, muchos otros iban a despedirse de obras que seguramente nunca más podrían ver. Es decir, que la exposición "Arte degenerado" marcó un punto de inflexión en la política cultural del nazismo.
A partir de agosto de 1937, los museos fueron casi completamente saqueados. En una segunda y aún más detallada operación de decomiso por parte de los nazis se confiscaron otras 20.000 obras de arte de cerca de 14.000 artistas, se almacenaron en un depósito de Berlín, se quemaron o se vendieron en el extranjero. Los mejores trabajos de estos artistas eran vendidos a precios muy bajos que, posteriormente, subían al triple como pasó con un banquero de Bruselas que compró un Picasso y “cuarenta y nueve años más tarde lo vendería por más de 38.000.000 dólares”. La idea de los nazis era que esas obras nunca más regresaran a los museos.
Subasta "Arte degenerado" Lucerna (Suiza) 1939 |
El 20 de marzo de 1939, 1.004 óleos y 3.825 acuarelas y dibujos fueron quemados en un patio de bomberos de Berlín. Goebbels afirmaba que casi 16.000 obras de arte confiscadas habían sido destruidas, almacenadas, cambiadas por otras o vendidas”
Muchas obras desaparecidas continúan buscándose.
Fuentes: https://www.cafeconvertes.com/el-arte-degenerado/
https://alemaniaparati.diplo.de/mxdz-es/aktuelles/dpaartedegeneradoexpo80aniv/1079736
https://historia-arte.com/articulos/arte-degenerado
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200719/482319435560/arte-degenerado-nazi-tercer-reich-goebbels-adolf-hitler.html
https://www.dw.com/es/arte-degenerado-cuando-los-nazis-censuraron-el-arte-moderno/a-39778302
https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/16364/Los%20caprichos%20de%20Hitler%20Arte%20nacionalsocialista%20vs%20arte%20degenerado.%20Saqueo%20y%20coleccionismo..pdf?sequence=1
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/03/150330_vert_cult_grecia_nazis_discobolo_belleza_cuerpo_lv
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