LA DESTRUCCIÓN DEL PARTENÓN
La historia del Partenón comenzó poco después de la batalla de Maratón (490 A.C.) con la idea de construir el primer santuario dedicado a la diosa Atenea Parthenos, en la Acrópolis de Atenas, en el mismo lugar que el actual.
Cuando en el año 480 a. C. la ciudadela de Atenas fue arrasada por los persas, también destruyeron el antiguo Partenón que estaba aún en construcción.
El Estratega Pericles encargó la construcción de un nuevo templo, inaugurándose durante el festival de las Panateneas en 438 a. C. Ese plan incluía la construcción de la gran escalinata de los Propileos, el vecino templo de Erecteo, el templete dedicado a la Victoria y el espectacular Partenón, en honor de la diosa patrona y protectora de la polis, Atenea Virgen (Parthénos). Los arquitectos Ictino y Calícrates habían construido un templo sin igual, y Fidias, el gran escultor y amigo de Pericles, revisó con ejemplar maestría el genial proyecto.
Pocos monumentos históricos han sobrevivido el paso del tiempo y el Partenón es uno de ellos, pero los ataques que ha sufrido son numerosos:
-el dominio romano
-el terrible incendio del siglo III d. C
-la llegada del cristianismo a finales del s. IV, es cuando el Partenón sufrió su mayor transformación. A finales del siglo IV el emperador Teodosio, mediante el edicto de Tesalónica, declaró el cristianismo como religión oficial y prohibió el culto a los dioses paganos, por lo que el Partenón pasó a estar bajo la advocación de la Virgen María. Se cerraron los lados mediante la construcción, entre las columnas, de un muro, se anuló la entrada a la cella, donde se levantó un altar y un pequeño ábside, y se abrió una nueva entrada junto a la que se construyó una torre que servía de campanario.
-Con la invasión turca en 1456, la iglesia pasó a ser una mezquita, el campanario se transformó en un minarete, el ábside en mihrab y los mosaicos y pinturas que decoraban el interior fueron blanqueados.
Se conservó casi intacto hasta que sufrió el acto más terrible y vil, el que lo dañó irremediablemente: el bombardeo veneciano de 1687.
La Guerra de la Liga Santa: Durante los siglos XIII y XV, la Acrópolis de Atenas estuvo en poder de distintos invasores procedentes de Europa occidental, desde catalanes hasta francos, acabando en manos de los Acciaiuoli, unos banqueros florentinos.
En 1456 que el sultán Mehmed II tomaría la ciudad estableciendo allí un fuerte y convirtiendo el Partenón en una magnífica mezquita. Así permanecerá cerrada durante siglos a los extranjeros.
El poder otomano perdido en los siglos anteriores se recuperó durante el siglo XVII gracias a los visires de la familia Köprülü, y en 1684 estallaría la conocida como Guerra de la Liga Santa, un conflicto que enfrentaría a los reinos cristianos (Sacro Imperio Romano Germánico, la República de Venecia, la República de las Dos Naciones y el Zarato ruso) frente al Imperio Otomano y sus aliados (Tártaros de Crimea, Cosacos de Zaporozhia y los Estados vasallos de Moldavia, Valaquia y Transilvania).
Durante el asedio de Atenas por parte de la flota veneciana (1687), los turcos convirtieron el Partenón en almacén de pólvora y armas pensando que quedarían a salvo de los cañones cristianos. Nada más lejos de la realidad.
El general veneciano, Koenigsmark, lo bombardeó sin ninguna contemplación y un obús de artillería destruyó muchas de las esculturas de Fidias, el techo del Partenón saltó por los aires y treinta columnas reducidas a escombros. Quedaron en pie, aunque maltrechos, los dos extremos con sus frontones, separados por un gran hueco. El jefe de la armada veneciana, el ilustre Morosini, quiso llevarse a Venecia las estatuas centrales del frontón oeste, pero no lo logró. Ese despojo llegaría más de un siglo después, de manos de lord Elgin.
La explosión del Partenón en 1687. Francesco Fanelli, Venecia, 1707 |
Pocos meses después los venecianos abandonaron Atenas que fue nuevamente ocupada por los turcos, permaneciendo las ruinas del templo de Atenea expuestas al deterioro y al pillaje.
La Acrópolis sufrió otros asedios como el de 1827 en el que se planeó volar el Partenón, pero afortunadamente eso nunca sucedió.
El saqueo de lord Elgin: El embajador británico en la corte del sultán, Lord Elgin, entre 1801 y 1811 se apropió de los restos del Partenón, en especial sus relieves –una gran parte del friso de la procesión de las Panateneas– así como de las espléndidas estatuas sobrevivientes del frontón oriental, el único que se ha conservado. Todo fue vendido al gobierno inglés por 35 000 libras. Desde el año 1962 se pueden admirar en la galería Duveen del Museo Británico, pero la controversia está servida.
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Unos dicen que esta actuación privó a Atenas de su tesoro, pero otros opinan que este traslado los puso a salvo.
Grecia es independiente desde 1831 y a comienzos del siglo XX se recompuso la silueta del Partenón, volviendo a erigirse muchas de las columnas truncadas y caídas, y se recogieron y expusieron todos los fragmentos y reliquias del recinto en un museo. Desde entonces ha cuidado sus restos arqueológicos inaugurando en 2009 el Museo de la Acrópolis donde hay una sala esperando el regreso de lo que por historia le pertenece.
Fuentes: https://franciscojaviertostado.com/2014/06/30/la-destruccion-del-partenon/
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/partenon_8141
http://elartecomoarte.blogspot.com/2017/01/la-destruccion-del-partenon.html
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