General George Marshall |
En 1947, el presidente estadounidense Harry Truman proclamó su oposición al régimen soviético y a sus aliados, en el discurso conocido como "Doctrina Truman", donde exhortaba al Congreso a ayudar a la reconstrucción de Europa y evitar la expansión comunista.
La forma de aplicar dicha doctrina se hizo a través del Programa de Recuperación Europea (European Recovery Program o ERP) más conocido como Plan Marshall, nombre del General George Marshall, Jefe del Estado Mayor del Ejército durante la Segunda Guerra Mundial, y Secretario de Estado durante el gobierno de Harry Truman, quien recibiera en 1953 el Premio Nobel de la Paz por su ayuda a la reconstrucción europea con dicho programa.
La forma de aplicar dicha doctrina se hizo a través del Programa de Recuperación Europea (European Recovery Program o ERP) más conocido como Plan Marshall, nombre del General George Marshall, Jefe del Estado Mayor del Ejército durante la Segunda Guerra Mundial, y Secretario de Estado durante el gobierno de Harry Truman, quien recibiera en 1953 el Premio Nobel de la Paz por su ayuda a la reconstrucción europea con dicho programa.
Aquí puedes encontrar el discurso completo en español: http://es.scribd.com/doc/52154464
Sello utilizado en los paquetes de ayuda del Plan Marshall |
Tres meses después de del anuncio de Truman, el Gral. Marshall hizo público el Programa de Recuperación el 6 de junio de 1947, en la Universidad de Harvard, donde fue a recibir el título Doctor Honoris Causa ("Por causa de honor" título que se concede a personas destacadas que no son necesariamente licenciados en una carrera)
El gobierno de EE.UU ya había ayudado a Europa Occidental desde final de la guerra, con más de 4.500 millones de dólares, más otros 6.800 millones en forma de créditos, pero no habían sido suficientes para mejorar la situación económica de los países.
El gobierno de EE.UU ya había ayudado a Europa Occidental desde final de la guerra, con más de 4.500 millones de dólares, más otros 6.800 millones en forma de créditos, pero no habían sido suficientes para mejorar la situación económica de los países.
Los europeos no podían organizar el comercio por los grandes problemas de producción, de transportes de mercancías y de mano de obra.
Excepto en Gran Bretaña, la producción agrícola era inferior a la de 1938 por la disminución de superficies y de rendimientos de los cultivo y por la desaparición de parte del ganado. La escasez de alimentos obligaban a mantener un severo racionamiento y favorecían las fuertes subidas de los precios.
Marshall afirmaba que la devastación económica europea hacía imposible que esos países solventaran sus gastos si no recibían ayuda externa: “las necesidades de Europa para los próximos tres o cuatro años en alimentos y otros productos esenciales procedentes del exterior, principalmente de América, son tan superiores a su presente capacidad de pago, que tienen que recibir una ayuda adicional sustancial o enfrentarse con un deterioro económico, social y político de un carácter muy grave”.
El general Marshall propuso elaborar un plan de ayuda para devolver la salud económica al mundo, y con ello también construir bases sólidas para la paz.
“Nuestra política no va dirigida contra ningún país, ni ninguna doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos. Su objetivo debe ser la vuelta a la vida de una economía operante en el mundo, de forma que permita la aparición de condiciones políticas y sociales en las que puedan existir instituciones libres”.
De esta afirmación se desprende la posibilidad de que el plan ayudara también a los países de la Europa Oriental. Destacaba la necesidad de que el pedido de ayuda viniera de los países europeos, éstos debían evaluar sus necesidades y organizarse para solicitar la ayuda que Estados Unidos está dispuesto a entregar.
La respuesta por parte de los países europeos no se hizo esperar. Tras un primer intercambio entre franceses, británicos y soviéticos, se decidió convocar a una reunión en París el 27 de junio. Allí quedó en evidencia que la URSS no participaría, Stalin consideró que si aceptaba la ayuda de los Estados Unidos se acrecentaría la influencia de este país en las zonas bajo su dominio, por lo que obligó a todos los países bajo su influencia a que lo rechazaran.
Los países que sí aceptaron la ayuda propuesta, constituyeron en julio un Comité Europeo de Cooperación Económica (CECE), encargado de elaborar un informe sobre las demandas que desde Europa se podrían hacer a Estados Unidos.
La respuesta por parte de los países europeos no se hizo esperar. Tras un primer intercambio entre franceses, británicos y soviéticos, se decidió convocar a una reunión en París el 27 de junio. Allí quedó en evidencia que la URSS no participaría, Stalin consideró que si aceptaba la ayuda de los Estados Unidos se acrecentaría la influencia de este país en las zonas bajo su dominio, por lo que obligó a todos los países bajo su influencia a que lo rechazaran.
Los países que sí aceptaron la ayuda propuesta, constituyeron en julio un Comité Europeo de Cooperación Económica (CECE), encargado de elaborar un informe sobre las demandas que desde Europa se podrían hacer a Estados Unidos.
En septiembre de 1947 se presentó “el Informe de París”, donde se establecían 4 objetivos:
a) aumento de la productividad agrícola e industrial hasta alcanzar los niveles de antes de la guerra
b) estabilidad financiera;
c) cooperación económica entre países participantes
d) solución al problema del déficit en dólares a través de la expansión de las exportaciones.
Este plan de ayuda económica y técnica para promover la producción industrial y agrícola europea, tenía también como objetivo el poder sostener el superávit de las exportaciones estadounidenses y al mismo tiempo fortalecer las economías de las naciones prooccidentales, calmando el peligro de la atracción del bloque socialista.
Entre 1948 y 1952 el plan aportó casi 17.000 millones de dólares a un total de 16 países, de los cuales 9.000 millones fueron donaciones; así mismo EE.UU compraba los productos europeos de exportación a muy buenos precios.
Este plan de ayuda económica y técnica para promover la producción industrial y agrícola europea, tenía también como objetivo el poder sostener el superávit de las exportaciones estadounidenses y al mismo tiempo fortalecer las economías de las naciones prooccidentales, calmando el peligro de la atracción del bloque socialista.
Entre 1948 y 1952 el plan aportó casi 17.000 millones de dólares a un total de 16 países, de los cuales 9.000 millones fueron donaciones; así mismo EE.UU compraba los productos europeos de exportación a muy buenos precios.
En resumen, los efectos políticos se manifestaron en la división de Europa en dos bloques claramente delimitados.
Mientras que los efectos económicos se reflejaron en la rápida recuperación económica de los países beneficiados por la ayuda prestada por la inyección de capitales norteamericanos.
No obstante, en los aspectos sociales la valoración es diferente. Si bien es cierto que uno de los aspectos destacados por el Plan era la necesidad de mejorar la situación social de los trabajadores, éstos no eran una de las primeras prioridades, sino que existía una presión de los administradores norteamericanos sobre los gobiernos europeos para que adoptasen una política de saneamiento basada en la reducción del gasto público, el equilibrio de los presupuestos, la estabilidad monetaria, estableciendo unos márgenes elevados de beneficios a favor de los inversores.
No obstante, en los aspectos sociales la valoración es diferente. Si bien es cierto que uno de los aspectos destacados por el Plan era la necesidad de mejorar la situación social de los trabajadores, éstos no eran una de las primeras prioridades, sino que existía una presión de los administradores norteamericanos sobre los gobiernos europeos para que adoptasen una política de saneamiento basada en la reducción del gasto público, el equilibrio de los presupuestos, la estabilidad monetaria, estableciendo unos márgenes elevados de beneficios a favor de los inversores.
Las consecuencias de estas políticas fueron la reducción de los gastos en servicios sociales, las rentas bajas y los bajos niveles de consumo para las clases trabajadoras.
El Plan Marshall puso de pie la desgajada economía de la Europa Occidental, pero no significó que todos sus objetivos se hayan cumplido.
El Plan Marshall puso de pie la desgajada economía de la Europa Occidental, pero no significó que todos sus objetivos se hayan cumplido.
Se cimentó un régimen de intercambio e interdependencia que también favoreció la expansión norteamericana en el plano económico y una mayor presencia en plano político y militar.
Fuente: Historia VI El mundo actual. Editorial Santillana
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