En estas épocas de vidas más longevas y de reformas inconsultas, está bueno enterarse un poco sobre el origen de la jubilación como un derecho.
Este sistema de compensación se mantuvo estable desde la época del emperador Augusto hasta principios del siglo III.
Muchos de los soldados morían antes de poder jubilarse y muchas otras veces el Imperio tuvo dificultades para pagarlas. Muchas ciudades fueron fundadas para asentar a militares jubilados, como fue el caso de Emérita Augusta (hoy en día Mérida) que albergaba a los veteranos de las legiones V y X después de las guerras cántabras. En ocasiones, los propios campamentos de las legiones se convirtieron en núcleos de población permanajoentes, como ocurrió con León, que se fundó sobre el campamento de la Legión VII.
Los ciudadanos que no pertenecían a los ejércitos, podían unirse a los Collegia, asociaciones privadas regidas por sus propias normativas y relacionadas con una profesión, localidad o práctica religiosa. Estas entidades brindaban a los más desfavorecidos la posibilidad de acceder a alimentos o recibir un entierro digno.
Con el tiempo, estas instituciones sirvieron para que personas poderosas accedieran a la actividad política, para controlar los precios de los productos en el caso de los gremios, o para ejercer un control mafioso sobre los barrios e imponer impuestos, por lo tanto, bajo el gobierno del emperador Augusto, estas asociaciones fueron disueltas, con excepción de las más antiguas y reconocidas, a través de la Lex Iulia de collegiis. De ese momento, las futuras asociaciones deberían tener aprobación del Senado.
Para garantizar la protección de los adultos mayores, el Senado romano promulgó la «Lex cionaria» (Ley de la cigüeña), la cual imponía la obligación a los hijos de velar por sus padres de edad avanzada.
La jubilación como derechos
Mucho más acá en el tiempo, y en la década de 1880, la clase obrera alemana comenzó a participar más activamente en la vida política, promoviendo las ideas propuestas por el filósofo Karl Marx. Con el fin de contrarrestar la creciente ola de ideas revolucionarias, el canciller alemán Otto von Bismarck estableció en Prusia un programa de seguro social para la vejez dirigido a los trabajadores, sentando así las bases para los sistemas de seguridad social y jubilación que posteriormente se implementarían a nivel mundial.
Entre 1883 y 1889, la legislación social implementada por Bismarck incorporó tres medidas significativas: el establecimiento del seguro de accidentes, la introducción de la pensión por discapacidad y la creación de la pensión por jubilación a partir de los 70 años. Es importante recordar que en esa época, la esperanza de vida promedio al nacer apenas superaba los 40 años.
Este innovador programa de seguro social, conocido como Sozialversicherung, fue lanzado en 1889 y marcó un precedente crucial en la historia de la protección social. La perspectiva de Bismarck sobre la importancia de cuidar a los trabajadores y garantizar su bienestar en la vejez ha dejado un legado perdurable que influyó en la adopción de sistemas similares en diversos países, teniendo un impacto significativo en la vida de millones de personas en todo el mundo.
Tras la Primera Guerra Mundial, en 1919, se creó la Organización Internacional del Trabajo, que se encargaba de los asuntos referentes a las relaciones laborales. Y en 1948 la ONU adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos cuyos artículos 22 y 23 recogen el “derecho a la seguridad social”.
Fuentes:
https://franciscojaviertostado.com/2024/05/25/la-jubilacion-que-gran-invento/
https://blog.mutualidadcaminos.es/como-surgio-la-jubilacion-y-las-pensiones-estos-son-sus-origenes/#:~:text=Estas%20se%20originaros%20a%20finales,evitar%20as%C3%AD%20un%20levantamiento%20social.
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