El precio de Judas
De las traiciones más famosas, o la más famosa, está la de Judas Iscariote a Jesús.
(…) entonces Judas Iscariote, que era uno de los doce, fue a ver a los principales sacerdotes, y les dijo: «¿cuánto me darían, si yo les entrego a Jesús?» Y ellos le asignaron treinta piezas de plata."
Mateo, 26:14-15
Luego de esto, Jesús fue arrestado en Getsemaní tras darle un beso en la mejilla Judas para identificarlo a sus captores.
Por entonces por Palestina circulaban varios tipos de monedas y aunque no se sabe específicamente qué tipo de moneda le ofrecieron los sacerdotes a Judas, sí se sabe que en Judea se acuñaban monedas a principios del siglo I de cobre, no de plata, como el prutah.
Es razonable pensar que podrían ser denarios romanos, puesto que Judea era territorio bajo el poder político y administrativo del Imperio Romano. Además, se hace referencia en los Evangelios de Marcos (Marcos 12:13-17) y Lucas (Lucas 20:20-26) cuando Jesús pide que se le muestre una moneda de plata con el retrato del César, en tiempos en que el emperador era Tiberio, por lo que esa debía ser la moneda Dicha moneda no podría ser otra que un denario de Tiberio, Emperador de Roma en esa época. Podríamos suponer, entonces, que las 30 monedas de plata con las que pagaron a Judas serían 30 denarios de Tiberio.
Un denario romano pesaba aproximadamente 3,9 gramos. Eso hace un total de 117 gramos de plata en los 30 denarios, un poco más de 50 dólares, pero que entonces un soldado tendría que trabajar casi 55 días para ganar 30 denarios.
Pero los denarios de Tiberio circulaban junto con otros denarios anteriores, lo que hace muy improbable que en un pago de 30 denarios fuesen todos de Tiberio.
Otra posibilidad es que el pago a Judas se hiciese con moneda local y no con moneda imperial, siendo esta además mucho más común en las provincias del imperio. De hecho, en Judea se pagaban los impuestos en dracmas y son varias las referencias en los Evangelios, a las monedas de plata locales que a las imperiales.
Los Evangelios indican en más de una ocasión pagos con dracmas, como cuando se los piden a Jesús al entrar en Cafarnaúm. Las leyes romanas exigían en Judea el pago de los impuestos con esta moneda y las leyes judías dictaban que en el templo de Jerusalén podía atesorarse como pago del tributo anual dos dracmas o medio estátero (un estátero equivale a un tetradracma) de Tiro, por tanto, es lógico pensar que al ser la única moneda aceptada como Impuesto al Templo éstas fueran las elegidas para pagarle a Judas.
También se encontraba el estatero de Antioquía, hecho de plata y acuñado entre el 27 a. C. y el 14 d. C., pesaba 14 gramos con un contenido de plata del 80 % con el rostro de César Augusto en el anverso, y en la leyenda, su nombre oficial en griego. El reverso presenta la imagen de la diosa Fortuna de Antioquía con una rama de palmera y a sus pies, el dios de los ríos, Orontes.
El tetradracma de Tiro, conocido como siclo o shékel, se acuñó entre el 126 a. C. y el 56 d. C. en la ciudad de Tiro, actual Líbano. Su peso, también de 14 gramos, contiene un 94 % de plata, la moneda con mayor contenido en dicho metal de las que circulaban entonces en la zona. El anverso tiene la cabeza del dios fenicio Melkart con una corona de laureles que le reconocen su importancia en los Juegos de Tiro y en los Juegos Olímpicos. El reverso presenta un águila con la pata derecha sobre la proa de un barco y una rama de olivo sobre el ala izquierda con la leyenda en griego «De Tiro, santa y de refugio».
Si la hipótesis aceptada es que se utilizó el tetradracma de Tiro, se puede hacer un cálculo del costo: 395 gramos de plata, con un precio cercano a 300 dólares aproximadamente. Una cantidad importante para la época, se cree que un soldado tenía que trabajar casi ocho meses para poder ganarlos, o equivalente al salario de de unos cuatro meses de un trabajador común en aquella época. En términos generales, se cree que una pieza de plata podría haber tenido un valor similar al de un día de trabajo.
En el Antiguo Testamento se habla de que 30 monedas de plata podría ser el valor de un esclavo, así se fija en Zacarías 11 12-12 y en el éxodo 21-32. Por lo que la cantidad de las 30 monedas de plata podría ser más simbólica que otra cosa, mostrando el poco beneficio que Judas habría obtenido al entregar al que era su maestro y amigo.
Por la Biblia sabemos que Judas termina suicidándose por su traición, pero antes, arrepentido, devolvió las monedas a los sacerdotes, pero estos se negaron, por lo que Judas las arrojó al tesoro del Templo de Jerusalén y poco después se suicidó ahorcándose (Mateo 27:5). Los sacerdotes, entonces, decidieron no dejar esas monedas en el Templo al estar manchadas de sangre y emplearlas en la compra de un terreno, precisamente llamado el campo del Alfarero (Mateo 27:7), para construir un cementerio para los peregrinos, para los extranjeros que llegaran a la ciudad.
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