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Gobierno y golpe de Gabriel Terra

 GOBIERNO Y GOLPE DE ESTADO DE GABRIEL TERRA 

CRISIS DEL BATLLISMO
El año 1930, año de festejos por el centenario del país, dejaba atrás las primeras décadas de crecimiento y confianza en el futuro del país; un país que con el Batllismo se había consolidado la democracia, el crecimiento económico y una legislación social y educativa reformista, inigualable al resto de América.
Pero la crisis económica mundial, que a decir de los historiadores Carlos Demasi y Gerardo Caetano, parecía no percibirse a nivel de la población, no tardaría en hacerse sentir.

FACTORES INTERNOS Y EXTERNOS DE LA CRISIS
-repercusiones de la crisis capitalista de los Estados Unidos en 1929
-clases conservadoras uruguayas disconformes con la política reformista del Batllismo.
-divisiones políticas internas en los grandes partidos, por ejemplo, entre los batllistas y la actitud del nuevo presidente Gabriel Terra.

REPERCUSIONES ECONÓMICAS DE LA CRISIS DE 1929 EN NUESTRO PAÍS
La peor crisis capitalista de la historia, repercutió a nivel mundial, en especial en los países productores de alimentos y materias primas, como Uruguay:  
-disminución de los precios internacionales de nuestras exportaciones.
-caída de la demanda mundial de materias primas y productos alimenticios.
-dificultades para obtener créditos ante la retracción de capitales.
-aumento de los desocupados (30.000, casi la tercera parte del total de asalariados)
-descenso del poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados.

Gabriel Terra
En medio de esta crisis económica y social, se realizaron las elecciones de 1930, triunfando el candidato del Batllismo, el Dr. Gabriel Terra. Recordar que con la primera reforma de nuestra Constitución en 1918, el Poder Ejecutivo era colegiado, con un Presidente y un Consejo Nacional de Administración con nueve miembros (seis del partido más votado, y tres de segundo más votado, permitiendo coparticipación política). Este último se encargaba de lo económico, eligiendo a los ministros de Hacienda, Industria y Comercio, Obras Públicas e Instrucción, mientras que el Presidente elegía los ministerios de Guerra y Marina, e Interior. 

Apenas electo, el presidente Terra manifestó que no asistiría a las sesiones de la Agrupación Colorada de Gobierno que coordinaba la acción gubernativa, demostrando que quería actuar de forma independiente a su propio partido. Esa actitud decepcionó al Batllismo que tenía mayoría en el Consejo Nacional de Administración, por lo que hacía prever un enfrentamiento entre las dos ramas del Poder Ejecutivo (Presidencia y Consejo Nacional de Administración)

Los problemas se profundizarían por las medidas adoptadas por el Consejo Nacional de Administración para combatir la crisis, que implicaban mayor intervención del Estado en la vida económica:
-control de cambio de moneda y del comercio exterior.
-suspensión del pago de deuda externa.
-limitación de las importaciones y protección a la producción nacional.
-aplicación del impuesto a los sueldos de funcionarios públicos y pasividades para aumentar los ingresos del Estados.
-aumento de la contribución inmobiliaria rural.

Las discrepancias entre el sector agropecuario y exportador con el gobierno, así como también de los trabajadores por la suba de los precios no se hicieron esperar.
A esto se le suma que las "fuerzas vivas" del país, como la Federación Rural y la Unión Industrial del Uruguay, entre otros, fundaron el "Comité de Vigilancia Económica" que actuó como grupo de presión, oponiéndose a los avances del estatismo, incluso antes de que estallara la crisis de Wall Street, llegando hasta hacer un "paro patronal".

PACTOS
Luis Alberto de Herrera
Por otra parte, los batllistas "netos" y el nacionalismo independiente (sector que se había apartado de la orientación del Dr. Luis Alberto de Herrera) hicieron un pacto en octubre de 1931 que establecía la coparticipación en la administración pública, a cambio de votar a favor de la creación de un ente estatal que monopolizaría los combustibles, la Administración Nacional de Combustible, Alcohol y Portand (ANCAP). Esta creación provocó inquietud en las empresas multinacionales del petróleo, como la Shell y Standar Oil.
Este acuerdo fue muy criticado por parte del líder del Partido Nacional, Luis Alberto de Herrera, al que calificó de "pacto del chinchulín", haciendo referencia al reparto de puestos políticos como quien reparte achuras en un asado.
Pero el conflicto mayor se dará por el tema de la reforma constitucional. El presidente Terra durante 1932, realizó una serie de giras por el interior del país insistiendo en la necesidad de la reforma pues entendía que el Ejecutivo colegiado impedía actuar con eficacia frente a la crisis.

EL GOLPE DE ESTADO 
El contexto internacional de profunda crisis, hacía sentir al presidente que su poder tenía poco peso, ya que las resoluciones económicas pertenecían al Consejo de Administración y no al presidente; para complicar más la situación, la división partidaria era enorme. El presidente fue candidato del batllismo pero se alejó del mismo, el Consejo Nacional de Administración tenía mayoría batllista, el senado con mayoría nacionalista (blanca), y en diputados era bastante proporcional entre colorados y nacionalistas.
Al inaugurar las sesiones del Parlamento en 1933 el presidente propuso un plebiscito de consulta sobre la reforma constitucional para eliminar el Ejecutivo colegiado. 
Ante esto, un grupo de personas entre las que se encontraban integrantes del Parlamento y del Consejo Nacional de Administración publicaron un manifiesto atribuyéndole al presidente propósitos golpistas.
Además circulaban rumores de una "marcha sobre Montevideo" para el 8 de abril, al estilo fascista, organizada por Luis Alberto de Herrera, amigo personal de Terra, quienes se habían reunido pocos días antes del golpe.
El día 30 de marzo de 1933, el Presidente envió un mensaje al Parlamento comunicando una serie de medidas extraordinarias para “evitar los sabotajes, crímenes y desórdenes” que, según el Ejecutivo, se producirían en ocasión del acto político previsto para el próximo 8 de abril. Las medidas incluyen: censura previa de los órganos de prensa que atribuyan propósitos dictatoriales al Presidente; intervención de las cárceles; mantenimiento de los servicios esenciales (agua y luz) en la capital; intervención policial de los servicios telefónicos y telegráficos.

Brum con el arma
antes de suicidarse
Mientras el Parlamento analizaba y discutía el mensaje del Ejecutivo, el presidente y su gabinete ministerial se instalaron en el Cuartel de Bomberos con grandes medidas de seguridad. Esa madrugada, por 64 votos a 42, la Asamblea General exhortó al Ejecutivo a “dejar de inmediato sin efecto las medidas tomadas en el día de ayer”. Era lo que tal vez esperaba el presidente para realizar el golpe de Estado.

Terra, instalado en el Cuarte de Bomberos disolvió las cámaras y ordenó la detención de la mayoría de los integrantes del Consejo Nacional de Administración,  contando con el respaldo solo de la policía, aunque el ejército, que no participó, si estaba informado del mismo. Hay que recordar que su cuñado, Alfredo Baldomir, era el jefe de policía de Montevideo.
En la opinión mundial causó asombro que Terra diera el golpe desde el cuartel de bomberos, al ser en general, efectivos civiles y voluntarios. Pero la prensa se esforzó en destacar, que al otro día del golpe, más de 20 mil personas asistieron a un partido de fútbol en el Estadio Centenario.
El Dr. Brum, integrante del Consejo, se resistió a la detención. Permaneció armado en la puerta de su domicilio esperando una reacción popular que no se produjo y, al llegar la tarde, se suicidó.

REPRESIÓN
Con posterioridad del golpe se produjeron una serie de actos de represión y de violencia; la prensa fue clausurada en varias oportunidades y se persiguió a los políticos opositores y muchos fueron exiliados o debieron marcharse del país.
Julio César Grauert, fundador del Grupo Avanzar, que representaba la izquierda del Partido Colorado murió al no ser atendido después de un enfrentamiento con la policía donde fue herido.

DIVISIÓN EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS
La nueva situación provocó una división en los partidos políticos. Terra solo contó con el apoyo de una pequeña fracción de su partido, y de los sectores conservadores del Partido Nacional, encabezada por Luis Albert de Herrera. El otro sector de este partido, denominado Partido Nacional Independiente, la mayoría del Batllismo, la Unión Cívica, el Socialismo y el Partido Comunista se ubicaron en contra del golpe de Estado.

LA CONSTITUCIÓN DE 1934
Una vez disueltas las cámaras, los nuevos órganos de gobierno promovieron la convocatoria de una Asamblea Constituyente  que redactó una constitución que reflejaba el nuevo ordenamiento político.
las principales novedades fueron:
-aumento del cuerpo electoral pues muchos extranjeros adquirieron el derecho al voto sin haber obtenido la ciudadanía y porque reconocieron los derechos políticos de la mujer con una ley en 1932 ahora con rango constitucional. La mujer votó por primera vez en las elecciones de 1938.
-se dedicó una sección a definir los derechos, deberes y garantías de los ciudadanos.
-el Poder Ejecutivo estaba a cargo del Presidente, quien actuaría con un Consejo de Ministros (cinco o seis de la mayoría y tres del partido que le siguiera en número de votos)
-la Cámara de Senadores se compuso de 30 miembros electos directamente por la ciudadanía; 15 de la lista más votada y 15 de la lista más votada del lema que le siguiera en número de votos (popularmente se le conoció como el "Senado de medio y medio"). Esta integración del Senado beneficiaba al grupo de Herrera que había apoyado al golpe de Estado.
-el Gobierno departamental se integró con un Intendente y una Junta Departamental, suprimiéndose la facultad de crear impuestos establecida por la constitución anterior.
-se crearon nuevos organismos como el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, el Tribunal de Cuentas y se constitucionalizó la Corte Electoral.

LA SEGUNDA PRESIDENCIA CONSTITUCIONAL DE GABRIEL TERRA (1934-1938)
Una disposición transitoria hizo que la Asamblea Constituyente eligiera al presidente para el período 1934-1938, designación que recayó nuevamente en Gabriel Terra.
Se hizo evidente la incapacidad de la oposición para realizar una acción coordinada contra el régimen ya que los distintos sectores discrepaban en cuanto a los objetivos a alcanzar y también, porque el gobierno adoptó medidas para evitar un frente electoral opositor.
Con el propósito de impedir que los sectores opositores de los distintos partidos se agrupaban en un frente electoral, se aprobó la "ley de lemas" (1934) que establecía que el nombre del partido (Lema) era propiedad del grupo mayoritario de los legisladores de un partido y podía negar el uso del lema al resto. 
En 1939, otra ley reguló la incorporación de sublemas dentro de cada partido (lema) pero los votos se acumularían al lema para evitar la separación de sectores de los partidos tradicionales y la formación de lemas "accidentales" por motivos electorales.  Por lo tanto, la dirección de los partidos tradicionales quedó en manos de terristas y herreristas.
En lo económico, Terra aplicó políticas tendientes a favorecer a las empresas extranjeras, al sector agro-exportador y a la industria, los que apoyaron su golpe de Estado, pero no dudo en fortalecer al Estado, quizás consciente de la falta de iniciativa privada le llevaron a concebir proyectos de corte intervencionista o a la creación de empresas mixtas, como CO.NA.PRO.LE, en el que el Estado puso un capital inicial para el comienzo de la empresa, pero una vez iniciada, la cooperativa quedó en manos de sus propietarios. El Estado le garantizaba el monopolio en el abastecimiento de leche en Montevideo. 
El Estado interventor de Terra actuaba en la economía para apuntalar, no para sustituir, el capital privado; era un “Estado nodriza” que lejos de hacer frente al sector empresarial estaba dispuesto a complementar sus esfuerzos. 
En 1935 se aprobó la ley de revalúos: frente a la devaluación de la moneda extranjera, el valor del oro había subido, de tal manera que en Uruguay se emitió más papel moneda con el mismo respaldo. El dinero se multiplicó "mágicamente"; por ese motivo apodaron el ministro de economía César Charlone, "Fu Man Chu", como un conocido me hago de la época. La mayor parte de ese dinero sirvió para pagar deudas y para compensar al sector ganadero luego de las citas que se habían hecho en el periodo anterior con el control de cambios. En menor se invirtió en educación y se mejoraron las jubilaciones.
De todos modos la devaluación vino acompañada de un aumento en el costo de vida que perjudicó a los sectores más pobres.
La industria continúa creciendo, era imprescindible evitar la salida de dinero del país por concepto de importaciones, por lo tanto se continuar protegiendo e impulsando a la industria nacional. Se le quitaron impuestos a los insumos necesarios para la misma y, debido a la devaluación del peso, los productos extranjeros se habían encarecido frente a los nacionales. La desocupación dio a los industriales la posibilidad de contar con mano de obra abundante y barata.

A pesar del fracaso de la oposición, el régimen se fue deteriorando por si mismo. Una vez pasado el peor período de la crisis económica y social, la ciudadanía añoraba la restauración del orden institucional. Así se llegó a las elecciones de 1938 de las que no participaron el batllismo y el nacionalismo independiente.
El terrismo presentó dos fórmulas en el acto electoral: una encabezada pro el General Arquitecto Alfredo Baldomir (cuñado de Terra) y otra encabezada por el Dr. Eduardo Blanco Acevedo (suegro de Terra). El triunfo fue de Baldomir, al que si bien había colaborado con el golpe de Estado de Terra, representaba el sector más liberal del régimen y se producirá un movimiento hacia el retorno del Batllismo en el gobierno.




Fuentes: AA.VV. (Demasi, Caetano, Nahúm, entre otros)
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