Entre 1870 y 1914, el mundo entró en una nueva etapa de desarrollo con la Segunda Revolución Industrial , con un notable crecimiento de la industria y una tendencia a la concentración de empresas y capitales . Las nuevas industrias para que fueran competitivas necesitaban importantes inversiones de dinero para gastarlo en edificios, máquinas, sueldos. Pero estas inversiones ya no podían ser realizadas por un único capitalista o por fortunas familiares. Se necesitaba más capital, y la solución fueron las sociedades de acciones o sociedades anónimas , en la que miles de ahorristas compraban acciones de una empresa, de esa forma se convertían en copropietario de la misma, y obtenían anualmente ganancias o pérdidas proporcionales al número de acciones que tenían y a la situación económica de la empresa. La expansión de los accionistas fue notable. La libre competencia llevó a la multiplicación de empresas, que debido a la competenci...