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"Descubrimiento de América"


En la entrada de "Encuentro de dos mundos" se estudiaron las causas que llevaron a los viajes de descubrimiento. La necesidad de especias y metales preciosos, la nueva mentalidad renacentista, y adelantos científicos, son algunos de esos datos.

En 1453 cayó Constantinopla en poder de los turcos, y la comunicación entre Europa y Asia quedó cortada, por lo que los europeos necesitaron encontrar otras rutas hacia las riquezas de Oriente. Por lo tanto comerciar especias significaba un rápido y seguro enriquecimiento, siempre y cuando el viaje no fuera un fracaso. 
Los primeros en buscar una nueva ruta fueron los portugueses, sus descubrimientos en África y Asia a partir de la segunda mitad del siglo XV, fueron una escuela de navegación y será en 1498, Bartolomé Díaz, el que abrió la ruta por el Índico a través del Cabo de Buena Esperanza, mientras otros navegantes creían que se podía llegar a Oriente por un camino más directo atravesando el océano Atlántico. Estos viajes fueron encabezados por el navegante genovés Cristóbal Colón y financiados por la corona española.

CRISTÓBAL COLÓN
Firma de Colón
No se sabe con certeza dónde nació Cristóbal Colón, aunque se cree que en Génova, Italia. Sin embargo, hay versiones que dicen que era francés, catalán, judío, francés, inglés y hasta griego. Ni siquiera se sabe su verdadero rostro, ya que  a pesar de haber más de 1200 retratos, ninguno fue tomado del natural. Pero lo que sí se sabe es que nació a finales de 1451, hijo de un comerciante de sedas y tejedor. Desde muy joven, Colón se interesó en la navegación, empezó a trabajar como grumete de barco, conoció los mapas que circulaban en su época, y leyó la historia de los viajes de Marco Polo a Oriente. En 1477 vivía en Lisboa, Portugal, donde se casó y nació su hijo, Diego. Desde entonces y hasta 1482 realizó viajes comerciales a Inglaterra, Islandia y Guinea. En 1484 concibió la “Empresa de las indias”, es decir, su idea de llegar a las Indias Orientales atravesando el Atlántico. Entonces, intentó convencer al rey Juan de Portugal para que apoyara su plan pero fue rechazado. En busca de quien le financiara su proyecto, y recién fallecida su esposa, se dirigió a España en 1485. Colón llegó al convento de la Rábida y allí propuso su proyecto de viajar a las Indias Orientales. Uno de los monjes se interesó y consiguió que Colón hiciera su propuesta a los reyes católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. En 1486, una junta de expertos de la corte rechazó su proyecto. 
En 1488 se volvió a casar y tuvo a su segundo hijo, Fernando. Colón siguió insistiendo en su proyecto de navegación para llegar a Asia y finalmente logró convencer a los reyes que lo apoyaran. El 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe que dieron a Cristóbal Colón el título de almirante de la expedición, virrey de las tierras que conquistara y el beneficio del 10% de las riquezas que pudiera traer a España.
Reunida una tripulación de unos 100 hombres, Colón zarpó del puerto de Palos, en la costa de Andalucía, el 3 de agosto de 1492. A este primer viaje, que fue muy exitoso, siguieron otros tres que corrieron con menor suerte. Después del último viaje, Colón perdió su prestigio y cuando murió su protectora, la reina Isabel, fue totalmente marginado por el rey Fernando. Colón murió olvidado, triste y enfermo, en un humilde albergue en Valladolid, el 21 de mayo de 1506, al lado de sus dos hijos y de dos fieles marinos.
Se supone que Colón murió convencido de que había llegado a las Indias, pero hay historiadores que suponen que sabía de que eran nuevas tierras, pero que admitirlo implicaría perder los beneficios de las Capitulaciones de Santa Fe.
En 1544, sus cenizas fueron trasladadas a Santo Domingo y desde 1796 reposan en la catedral de La Habana, en Cuba, aunque la catedral Sevilla disputa también el honor de contar con los restos del Almirante.

LOS VIAJES DE COLÓN
Réplicas de las embarcaciones de Cristóbal Colón
Primer viaje El 3 de agosto de 1492, Cristóbal Colón partió del Puerto de Palos,Huelva, en la costa de Andalucía, con dos carabelas, La Niña y La Pinta, y una nave, La Santa María, en la que viajaba Colón. La tripulación tenía unos 120 hombres. Los hermanos Martín y Vicente Pinzón tomaron el comando de las dos carabelas y Colón dirigió la nave. Navegaron por la costa africana hasta las islas Canarias y de allí partieron al oeste. Los días pasaban y la desesperación de no saber cuándo ni cómo llegarían a su destino provocó un amotinamiento que Colón calmó prometiendo que si en tres día no avistaban tierra regresarían a España.
Colón pensaba que entre las costas españolas y las de Asia habría unos cinco mil kilómetros, cuando la realidad es que esa cantidad hay que multiplicarla por cuatro.
                                                                                     
El Puerto de Palos y la tripulación: Palos era un puerto pequeño con menos de 600 habitantes, lo que hizo difícil reclutar al centenar de hombres necesarios para tripular los barcos que se lanzarían a la aventura.
Para los marineros de Palos, que desconfiaban de Colón, no hubo escapatoria, tampoco para los habitantes de los puertos vecinos de Huelva y Moguer, donde también se enrolaron tripulantes. Finalmente llegaron a  90. El primero en alistarse fue Juan de la Cosa, propietario de la nao Santa María, en la que viajaría Colón.
Entre la tripulación un médico, un cirujano, un farmacéutico, tres encomendados por los Reyes de España y un intérprete que hablaba hebreo, caldeo y árabe.
Los españoles iban armados con arcabuces (fusiles de pólvora) espadas y ballestas. Así, con provisiones para un año y paquetes de cuentas de vidrio, espejitos, agujas, cascabeles y gorros rojos, partió rumbo a las Indias

El 12 de octubre de 1492, a las 2:00 am, después de 72 días de navegación, el marinero Rodrigo de Triana divisó tierra firme. Cristóbal Colón y su expedición llegaron a la isla que los nativos llamaban Gunahaní, y que Colón bautizó como San Salvador, ubicada en el archipiélago de las Lucayas o Bahamas. Inmediatamente comenzó a explorar la zona y pronto llegó a la actual Cuba, a la que Colón llamó Juana.


El almirante Colón estaba convencido de haber llegado a las Indias Orientales y por eso llamó “indios” a sus habitantes. Convencido que estaba en Catay, Colón empezó a buscar la residencia del Gran Khan, por lo que recorrió parte del norte de Cuba en dirección poniente y llegó a la isla que hoy es de Haití y República Dominicana, a la que bautizó como La Española. En este sitio, Colón construyó un fuerte con los restos de la Santa María, que se había estrellado contra un arrecife. Ese refugio se llamó Navidad y fue el primer asentamiento español en América.
El 4 de enero de 1493, Cristóbal Colón regresó a España con las dos carabelas que le quedaban, dejando 40 hombres en el fuerte Navidad. Antes visitó al rey portugués, avisándole del logro de su empresa.
En Barcelona, los Reyes Católicos recibieron solemnemente al Almirante, quien trajo seis aborígenes, algunos frutos exóticos, como la piña, papagayos y algo de oro. El éxito y fama de la empresa expedicionaria de Colón le permitió obtener el financiamiento para un segundo viaje.

Segundo viaje El 25 de setiembre de 1493, Colón zarpó del puerto de Cádiz, España, al mando de 17 barcos y 1200 hombres. Las prisas por organizar esta segunda travesía se atribuyen a los deseos de Colón y al temor de los Reyes Católicos que sus rivales portugueses intentasen explorar los nuevos territorios, ya que según el Tratado de Alcaçovas les pertenecería cualquier descubrimiento realizado al sur de las Islas Canarias.
Esta nueva expedición no era ya sólo un viaje de descubrimiento, sino de conquista: con los marineros iban colonos ansiosos por encontrar las riquezas que había descrito Colón, religiosos para convertir a los nativos, animales domésticos y plantas para poner aquellas tierras en producción.

Cuarenta días más tarde descubrió las Antillas y la isla de Puerto Rico, que llamó San Juan. Cuando llegó a La Española encontró que los hombres que había dejado habían muerto y el fuerte destruido, debido a graves conflictos con los indígenas. Colón fundó otro asentamiento, llamado Isabela en honor de la reina de España. Aquí comenzó la labor evangelizadora. La falta de víveres y las enfermedades hicieron estragos entre los españoles y parte de la expedición regresó debilitada y enferma a España en 12 barcos. 
Colón siguió explorando el mar de las Antillas con solo tres carabelas. A pesar de sus esfuerzos de encontrar China o Japón, sólo se topó con otra isla (Jamaica). Cuando regresó a Isabela, encontró que los hombres se mataban entre sí por rencillas internas y obligaban a los indios a entregarles oro. Además supo que en España quienes habían regresado lo acusaban de pésimo administrador, tirano e inepto. Por eso Colón regresó a España para defenderse ante los reyes católicos, que lo recibieron fríamente.
Mientras tanto, en La Española las minas comenzaron a producir oro en abundancia, bajo la supervisión de Bartolomé Colón, hermano del almirante.

Tercer viaje El 30 mayo de 1498, Colón partió de España con 6 naves y el 31 de julio llegó a Trinidad. De ahí pasó a las costas de Venezuela, sin saber que se encontró con tierra continental. Después descubrió las islas de Tobago y Granada, Margaritas y Cubaga.
Colón decidió regresar a La Española, que estaba bajo la dirección de sus dos hermanos (Bartolomé y Diego), pero volvió a encontrar problemas por sublevaciones en contra de la autoridad de sus hermanos y la ansiedad de encontrar oro. Colón quiso someter a los españoles sublevados y ahorcó a varios, pero solo aumentaron las rebeliones. Francisco de Bobadilla, enviado por los reyes, llegó a la española en 1500 y cuando vio los métodos represivos de Colón y sus hermanos, los arrestó y los mandó encadenados a España.


Cuarto viaje En consideración a sus servicios, la corona retiró los cargos contra Colón pero no volvió a recuperar ni la confianza ni la ayuda de la reina y sus cortesanos.
Con muchos trabajos, en abril de 1502 Colón volvió a embarcarse con cuatro carabelas para buscar el tesoro del Gran Khan. Esta vez costeó Centroamérica: recorrió Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Estuvo a punto de tocar Yucatán pero no lo hizo. Tempestades destruyeron sus naves y solo con mucho trabajo consiguió regresar a Jamaica.
Allí fue rescatado muy enfermo y devuelto a España en 1504, donde murió en el olvido dos años más tarde en Valladolid. 
Las desgracias de Colón no acabaron con su muerte, al año siguiente de su fallecimiento se publicó un libro de geografía que incluía un mapa del cartógrafo alemán Waldseemüller donde se recogían los relatos de un navegante florentino, Américo Vespucio (o Amerigo Vespucci, o Americus Vesputius), que afirmaba que los descubrimientos hechos tras 1492 (él mismo había participado en alguna de las muchas expediciones españolas) no eran tierras asiáticas sino un nuevo continente. El cartógrafo decide ponerle América a las nuevas tierras, nombre femenino como todos los otros continentes. El nombre se volvió muy popular, pero en España se siguieron llamando Indias durante siglos.  
LAS CARABELAS
 



UN POCO DE HUMOR


Como dijo el alumno Gabriel Bonet: " Entonces nosotros, los americanos, descubrimos a los europeos, pero nos ahorramos el viaje"





             http://recursoslibart.blogspot.com/2010/04/segundo-viaje-de-colon.html
             Imégenes de Google 
             http://www.proyectosalonhogar.com/

           

Comentarios

  1. Gracias por la informacion me sirvio de mucho(:...

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  2. El otro día leí en una Web una pregunta muy interesante pero la respuesta no me convenció, no sé si podrá usted extender. ¿Había alguna relación entre españa y portugal en el descubrimiento de américa? Le dejo la pregunta y la respuesta y a ver si pudiera explicarnos. Gracias!
    https://toprespuestas.com/historia/existe-una-relacion-entre-portugal-y-espana-para-poder-descubrir-el-nuevo-mundo-y-la-ocupacion-morisca-6268/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin dudas que los musulmanes aportaron grandes conocimientos a la Península Ibérica, en especial como nexo entre los conocimientos de Oriente y su introducción a Occidente, sobre todo en cuanto a las velas de las embarcaciones e instrumentos de medición. Como todos los grandes acontecimientos de la historia, son el resultado de un sinfín de sabidurías que pasan de generación en generación, de cultura a cultura, y que las experiencias van perfeccionando.

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